domingo, 21 de diciembre de 2008

Sistematización : Historia, conceptos y aplicación.






  • Al comenzar quisiera hacer alusión al proceso de reconceptualización que es el marco histórico en el cual el Trabajo Social al igual que otras disciplinas comienzan a elaborar una nueva propuesta, la cual innova el aspecto metodológico, intervencionista y en el cual el proceso de sistematización, comienza a tener mayor énfasis como procedimiento del método a utilizar en la labor del profesional. A esto nos referimos en la siguiente cita “(…) se busca de alguna manera un conocimiento que brote de la experiencia, del quehacer profesional y que permita responder a nuevos requerimientos de la acción social. Estos conocimientos no tienen el carácter científico tradicional, sino que son lenguajes comprensivos.”[1]. Por consiguiente hablaremos de La sistematización, su significado, su relación con la práctica, y los modelos que intervienen en esta. La sistematización como explica “(…) Es un proceso permanente y acumulativo de creación de conocimientos a partir de nuestra experiencia de intervención en una realidad social”[2]. A que aludimos en lo siguiente nuestra labor consiste en una permanente intervención sea en un lugar el cual observamos o del cual estamos siendo participes directamente, siempre estamos propiciando un cambios en la realidad ya que estamos en el lugar físico, dimensionando los cambios las reacciones y estímulos que las personas están percibiendo. Es por lo que también el valor del cual esta dotado “la Sistematización” es tan respetable y acertada si es que el profesional realiza una buena lectura de la realidad, esta “se ensucia los piecitos” como diríamos banalmente, pero también fortalece frente al proceso de aplicación la teoría de la cual el profesional esta dotado, “(…) La sistematización relaciona los procesos inmediatos con su contexto, confronta el quehacer práctico con los supuestos teóricos que la inspiran.”[3]. Es por esto que para sistematizar nos es necesarios solo escribir las experiencias de la realidad que estamos viviendo, sino que es preponderante complejizarla, analizarla y dimensionarla de acuerdo al contexto en que se esta desarrollando, “(…) se trata de compartir críticamente aquellos resultados que surgen de la interpretación de los procesos; de colocar sobre el tapete de la reflexión colectiva los aportes y enseñanzas que se aprenden desde lo que cada quien ha vivido de forma particular.”[4], como bien explica la cita anterior el proceso de sistematización esta dotado de un colectivo el cual vive y comparte experiencias, pero estas no necesariamente tendrán el mismo significado para todo los individuos, ya que somos seres cargados de valores, prejuicios y perspectivas que nos diferencian dentro de la sociedad, es por esto que también a partir de las corrientes epistemológicas que sustentan las bases del trabajo social, es que nos conciliamos dentro de las diferentes perspectivas en una comprensión dialéctica de la realidad, fomentando así el crecimiento de la disciplina, “(…) la conciencia emergente y la cultura subversiva.” [5].

    Ahora si comenzamos a hacer hincapié en la realidad la cual los profesionales están subsumidos encontramos que lejos estamos de este crecimiento en la disciplina, la conciencia emergente y la cultura subversiva. Y veremos que tales problemas surgen a partir de la relación profesional- institución en la cual los establecimientos principalmente de tipo gubernamental son los que no proporcionan material de apoyo, capacitación, ni personal en cantidad adecuada para el problema de la sobre demanda en el sector público, que lejos de entenderse como un espacio de carencia debemos tomarlo “(…) como un espacio (valga la redundancia) de presencias que van forjando la nueva sociedad. La consolidación de una hegemonía popular que garantice la construcción de un poder popular.”[6].

    Proporcionando distintos ejemplos en los cuales la labor sistematizadora cumple su rol, también sería necesario configurarla en el espacio del aula educacional, Donde (por experiencia) la primera aproximación a la sistematización se realiza en el “Taller de acercamiento a la realidad I” en el cual se presenta la sistematización de la cátedra que proporciona en primera instancia una relación teórica con la praxis. Y del cual destacamos también como una delegación de la reconceptualización la cual proporciona como diría Aylwin una “Balanza del conocimiento”[7] y su trilogía.
  • Relación teoría-Práctica
  • Proceso pedagógico
  • Servicio en terreno

Dando énfasis en el proceso: teórico-práctica que es la dimensión del taller, que intenta superar la antigua separación entre la teoría y la práctica, al interrelacionar el conocimiento y la acción y así aproximarse al campo de la tecnología o de la acción fundamentada. [8]

Como nos dice Aylwin a partir de la acción fundamentada es que la labor sistematizadora del trabajo social toma aun mayor relevancia ya que le adjudica concientización a la labor profesional.

[1] Aguayo, Cecilia. La sistematización y el quehacer cotidiano de los trabajadores sociales: desafíos pendientes. En su: Las profesiones modernas dilemas del conocimiento y el poder. Santiago, ed. Universidad tecnológica metropolitana, 2006. pp. 154.
[2] Mercedes María, González Estela, Morgan María. La sistematización como producción de conocimientos. La piragua. (9): 123, Segundo semestre 1994.
[3] Sandoval, Antonio. La sistematización. En su: propuesta metodológica para sistematizar la práctica profesional del trabajo social. 1ª ed. Buenos Aires: Espacio, 2005. pp. 114.
[4] Jara, Oscar. Tres posibilidades de la sistematización: Comprensión, aprendizaje y teorización. La Piragua. (9): 123, Segundo semestre 1994.
[5] Sandoval, Antonio. La sistematización. En su: propuesta metodológica para sistematizar la práctica profesional del trabajo social. 1ª ed. Buenos Aires: Espacio, 2005. pp. 121.
[6] Sandoval, Antonio. La sistematización. En su: propuesta metodológica para sistematizar la práctica profesional del trabajo social. 1ª ed. Buenos Aires: Espacio, 2005. pp. 125.
[7] Nidia Aylwin, Jorge Griss y otros. El taller, ed. humanistas, 1980.pp. 5.

[8] Nidia Aylwin, Jorge Griss y otros. El taller, ed. humanistas, 1980.pp. 9-10.

martes, 11 de noviembre de 2008

Trabajo Social, Su quehacer profesional ligado a la ética.


Para comenzar me gustaría mostrar un enfoque desde mi perspectiva no tan rígido aclarando que principalmente los ejes a tratar en el trabajo serán, La Identidad del trabajo social en el futuro próximo con un eje más específico el cual va a considerar las definiciones y redefiniciones del trabajo social ligado desde la ética. Cuando comencé a estudiar lo que era la ética ligado al quehacer profesional considere en primera instancia que iba a tratar un tema amplio, que presenta grandes expectativas y desafíos para los profesionales a cargo, pero también me plantee como la ética juega un papel preponderante en las relaciones de las personas en las formas de ver el mundo y como en este sentido nosotros futuros profesionales nos enfrentaremos desde nuestro valores y Telos profesional a cambios sociales, de estructura y a nuevas problemáticas que necesariamente exigirán un replanteamiento a los métodos utilizados, una renovación en el mismo curriculum de Trabajador social adecuándose a las nuevas expectativas del mercado laboral, las exigencias de la sociedad y las personas como sujetos que merecen todo nuestro respeto y el mayor nivel académico (tanto teórico, como práctico) para enfrentar la realidad con mayor altura de mira. Ahora avocándonos a las principales temáticas a tratar en el siguiente contenido diremos o consideraremos la acción profesional como la “ Labor cada vez más compleja, que exige de los trabajadores sociales niveles de formación de excelencia, desarrollo de procesos crecientes de investigación a fin de crear discursos coherentes que planteen desafíos de equidad y justicia social que la realidad demanda y que vastos sectores sociales esperan”[1] no necesariamente esta definición será compartida por las distintas visiones, ni tampoco quiere reflejar una verdad absoluta ya que las criticas son las que nos permiten avanzar en el conocimiento. Dando también la perspectiva de la cual se trabajara el problema social relacionado a la Ética profesional hablaremos de esta “ desde la práctica del trabajador social, desde su racionalidad práctica, nos encontramos con dilemas éticos que son los que permiten dar cuenta de la experiencia moral de estos profesionales cuando lo trabajadores sociales se enfrentan con un problema, por ejemplo el de un cliente hambriento… Y este no tiene una solución para proporcionarle. Hay una sensación de que no se puede hacer nada y esto contribuye a la frustración, alineación y desmoralización de los trabajadores sociales (…) En algún momento el trabajador social se enfrenta a un asunto moral. Dadas las prácticas inmorales que yo estoy obligado a realizar, ¿debería continuar trabajando en la institución?, ¿estoy siendo cómplice del problema o puedo hacer algo para que cambie? [2]. Planteándolo de esta forma la relación que existe en este contexto se basa principalmente con el Telos de la profesión, creo que cuando los dilemas éticos y morales enfrentan y contraponen el quehacer profesional es bueno replantearse que es la profesión en si misma, por que vale, que es lo que a hecho que yo estudie y lleve a la practica esta profesión, preguntas que si bien tienen un grado de problematización y abstracción más compleja, ayudaran a reafirmar el valor, la pertenencia y la creatividad hacia la carrera, permitiéndonos solucionar y tomar decisiones en función de esto y del contexto que enfrentemos, así quizás tomemos la decisión de abandonar el trabajo en función de nuestras propias complejidades y limitaciones; en este contexto de una forma inmadura una vez me puse a discutir con un profesor por que consideraba que abandonar un trabajo por las complejidades y limitaciones propias era algo absurdo, ya que no estaría realmente haciendo frente a este problema, pero de manera sabia este me respondió “que derecho tienes tú, de hacer participe a una persona de tus problemas, si ella esta requiriendo una solución la cual tu tendrás que brindarle y no podrás por el hecho de que tú también estas viviendo un conflicto en tú interior, no estarás en paz y reflejaras tu problema en la otra persona". Siguiendo en un orden de caracteres hablaremos del profesional como ser integro dotado de valores, experiencias, conocimiento, pero que además es un ser con prejuicios que posee un estilo de vida determinado el cual muchas veces lo condiciona y no permite ver más allá de su oscuridad. Hablo del ser agentes morales, actores sociales y ciudadanos, tal como lo plantea Fóscolo, desde este punto de vista se dice que los profesionales del trabajo social poseen una labor íntegra que varía desde una racionalidad académica hasta ser simples personas que conforman un número más en la cuantificación social que realiza el Estado. Aunque siempre existirá una diferencia en los valores, la forma de convivir con el trabajo social sea estudiando constantemente, haciendo una labor burocratizadora, etc. el trabajador muchas veces posee compromisos de tiempo completo y en relación con su profesión por ejemplo, después de realizar su labor en el lugar de trabajo, además es participe de la junta de vecinos, realiza un taller para niños en riesgo social, etc. el trabajo social desde mi planteamiento es una de esas vocaciones que brotan por los poros, esas que sin decirlo poseen una fuerte identidad, por el reconocimiento propio y el que realiza la gente hacia la labor. En este sentido diremos que el fin último del trabajador social “es contribuir a la promoción de una sociedad en la que cada persona pueda desarrollar al máximo su condición humana y la remoción de aquellos obstáculos que puedan impedirlo”[3] Así como lo plantea el trabajo social, esta posee una labor crítica, pero que además tiene un valor conciliador por llamarlo de algún modo entre las instituciones y las personas, el manejo de este problema y su aplicación en la acción profesional es un dilema ético que “debe permitirse para reflexionar los fines por los cuales las sociedad le otorga legitimidad social, los valores que se necesitan defender actualmente, asumir las responsabilidades sociales de sus acciones, en contextos institucionales conflictivos y afianzar los lazos identitarios frente a la soledad, Luchar contra la atomización el individualismo profesional y volver a soñar con proyectos sociales más justos y solidarios (…)” con respecto a la labor tanto profesional como de las personas sujetas a nuestra ayuda creo que ellas poseen el privilegio de la autonomía, el poder de decisión, su valor para organizarse en una común-unidad, son bienes necesarios para la sociedad pero también para la gente y para la labor profesional que realizamos, la convicción y el poder de la gente es un elemento sustancial para que el proceso de ayuda sea beneficioso y logre los objetivos, en donde se pone en juego todo y por parte de todos no de unos pocos, esto crea la identidad en la sociedades de estratos más bajos, como hemos estudiado podemos saber que los mayores desarrollos culturales se dan por parte de los sectores bajos para demostrar su descontento frente al sistema que no necesariamente debe ser guiado por la violencia armada.

Con respecto a las nuevas proyecciones que enfocara el trabajo en este nuevo desarrollo y cambios posibles de estructura (con la crisis económica), debemos crear nuevas tendencias que reflejen las problemáticas del hoy y el mañana, aunque suene apocalíptico tanto la globalización como el calentamiento global, la pobreza que enfrentaremos después de que pase lo peor en la crisis, los nuevos procesos de intervención para situaciones distintas en un contexto histórico totalmente radical al de dieciocho años atrás al implementarse la “Democracia”, surgen así los planteamientos para toda creación de conocimiento ¿Cuál es el problema real?, ¿Qué elementos están gatillando los nuevos problemas que estamos enfrentando?, ¿como la sociedad se esta preparando para estos nuevos cambios?, ¿qué hará el trabajador social de aquí a diez años más?. Una apuesta muy interesante y de la cual dicen que esta resurgiendo es la de los movimientos en masa, se dice aquí “Ante todo, se trata de plural un pronombre personal con el que los lugares dejan de ser espacios asépticos para convertirse en espacios significativos, también se trata de un pronombre con el que el tiempo deja de ser un tiempo cronológico y se transforma en un tiempo histórico, tiende un puente entre el individuo y la especie; no solo porque hace habitable, significativa y comprensible la vida en el mundo y podemos llamarla “nuestra”, sino porque nos descubre el valor de la participación, la implicación y la pertenencia”
[4].

A partir de todo esto podemos comenzar a evaluar los temas que impregnaran el acontecer de la sociedad de aquí a un tiempo más según mi perspectiva y esperando que mi ignorancia no sea atrevida, deberíamos lograr conciliar primero que todo el proceso de formación entre lo teórico y lo practico, generando un equilibrio en este trabajador social que no puede ser solo cabeza ni puro corazón, en este sentido nuestra universidad posee un gran fuerte, por ejemplo en relación con los otras universidades, nosotros mismos hemos tenido que ser sujetos de atención en un hospital, en la municipalidad, en el problema de la vivienda,las becas,etc. y es por estque si ya tenemos la practica como una labor más innata es que creo que no debemos dejar la formación académica a un lado o como se requier muchas veces desarrollarlas en un mismo período de tiempo, como insisto debe existir equilibrio y una priorización en la formación ya que sería injusto que para una persona que esta siendo atendida por el trabajador social este no sea capaz de solucionarle un problema por el hecho de que "justo cuando pasaron esa materia el se encontraba en una protesta". No quiero decir que la participación no deba ser, el compromiso con la justicia liberadora en la calle esta, pero no a costa de tener una mala formación. Ejemplos de cómo logramos conciliarnos con el equilibrio son participando de instancias en las que se genere conocimiento a partir de los profesores y el alumnado, tener un mayor contacto con otras universidades y la otras carreras que nos permiten una visión más holística de los aconteceres.

[1] Aguayo Cecilia, López Teresa, Quiroz Teresa. Ética y trabajo sociales las voces de sus autores: un estudio desde la práctica profesional, Colegio de asistentes sociales, año, 2007.
[2] Aguayo Cecilia, Las profesiones modernas dilemas del conocimiento y del poder, Ediciones Universidad tecnológica metropolitana, año, 2006.
[3]Bermejo, Francisco. Ética del trabajo social.
[4] Aguayo Cecilia, López Teresa, Quiroz Teresa. Ética y trabajo sociales las voces de sus autores: un estudio desde la práctica profesional, Colegio de asistentes sociales, año, 2007.